jueves, 9 de julio de 2009

Mercados Compartidos

En búsqueda de soluciones para la pobreza, no solo a las personas con menos oportunidades sino a mi mismo, encontré que los artículos más costosos son los que compran los pobres; el aceite por copitas, el shampoo en sobres, el azúcar y las harinas por tazas, el yogurt en empaques pequeños y hasta la cerveza en recipientes pequeños (dizque para que se conserve fría). El hecho que sean más baratos, ya que el ingreso diario de los pobres es menor, no quiere decir que sean más económicos. Todos sabemos que los artículos de la canasta básica, en porciones pequeñas salen más caros, y en sentido opuesto, cuando compramos en Macro, es decir por paquetes gigantes, sale más barato.


Cuando trabaje en una empresa de empaques de plásticos hace unos 12 años (en 1996) me explicaron que, para países pobres del Caribe como República Dominicana, Haiti y de Centro América como Honduras, Salvador y Nicaragua se fabrican tarros o empaques más pequeños, para el agua, yogures y otros artículos similares. Igualmente sucede en las zonas "pobres" de Colombia, tales como la costa Caribe, en los llanos y amazonía y en el sur occidente. Me explicaban ese concepto de que el pobre compra sólo por el día, ya que la mayoría vive del rebusque y no tiene medios de ahorro, entonces en vez de comprar 250ml de yogurt a $1000, solo tenían $500 (¡si acaso!), entonces se les vendía 100ml de yogurt, en otras palabras, ¡un 25% más caro! Y así sucede para muchas cosas, e incluso más caro que un 25%.


De hecho, hay estudios (no recuerdo donde, pero sí lo leí) que dicen que el costo del mercado básico es mucho menor para un Norteamericano, teniendo un ingreso hasta 10 veces mayor, que para un Latino americano común. Incluso en EEUU sucede algo similar en las tiendas de barrios pobres(Articulo del Washington Post ).


Retrocediendo en el tiempo mucho más, recuerdo mis épocas de estudiante de provincia en la capital; viviendo en apartamento alquilado con otros amigos, los esfuerzos al final del mes cuando se acababa la plata y las peripecias para encontrar el sitio y los alimentos más baratos. El hambre del liceo, como dice la canción de Escalona, era algo real y fuerte. Con el tiempo encontramos que "hacer el mercado" un sólo grupo, de un sólo apartamento, no era económico; se requería de muchas más personas para comprar más barato. Pero era muy difícil comprar en conjunto entre varios apartamentos. Muchos gustos diferentes y muchas complicaciones de horarios, entre otros. Se requería cambiar el hábito para todos, cambiar la forma de pensar y también cambiar la forma de organización de todos los estudiantes. Esto era difícil incluso entre familiares. Incluso lo es en familias que viven juntas en casos que no son del tipo estudiante universitario. Esta situación se repetía en todos los sitios y lugares del mundo donde vivía acompañado o con pocas personas: El mercado pequeño sale costoso y si se hace grande los bienes perecederos se dañan; 10 kg de carne no caben en una nevera pequeña, y tampoco podemos guardar 1 bulto de papa por 1 mes sin antes que salga un arbusto de papas en nuestra cocina.





Años después, a finales de los 90s, oí en la radio que en Barrancabermeja, en un barrio de escasos recursos se organizaron las madres de familia para comprar el mercado en forma macro para las guarderías comunitarias y asi ahorrar dinero, pero que eso creo un gran esfuerzo en el tema de compromiso, organización y confianza en la comunidad.


Después me contaron la historia de los Almacenes tipo comisariato, como se originaron los almacenes Vivero, que pasaron a Carulla y ahora son Exito y quién sabe para donde terminen (historia de Almacenes Vivero). En ese cuento recordé que de pequeño (a principios de los 80s), escuchaba la propaganda que decía "Almacenes Comisariato Vivero". Generalmente los Comisariatos eran los lugares de la ciudad donde se compraba más barato, fuera de los mercados públicos. Lo que sucedió, según recuerdo es que empezó con ese nombre de comisariato porque se organizo para los militares o trabajadores de una misma empresa, en ese caso eran los de las empresas bananeras, para almacenar productos en gran escala, o productos rematados, para venderlos a bajo precio entre sus afilidados, a esto se le llamo comisariato. En Santa Marta sucedio que con unos locales que fueron adquiridos por privados, al volverse algo privado su objetivo benéfico se perdió, sin embargo siguió teniendo excelentes cadenas de suministros y clientela que podían mantener bajos precios y así sucedió hasta finales de los 80s. Hasta la apertura. Bueno, creo que esa es la historia. Muy parecida a otras de cosas buenas que desaparecieron en Colombia (trenes y tranvías, algodón y arroz).



Ya aqui puedo ver que hay puntos en comun, problemas y dificultades en la idea, pero experiencias que se pueden aprovechar para mejorar la idea.



Ahora recientemente, durante mis estudios de maestría de negocios, supe que las tiendas de los barrios, donde se centra gran parte de las compras de los menos favorecidos, e incluso de los favorecidos también pero muy pocas veces, son una organización vital y hacen parte de la cultura del sitio, del paisaje y sobre todo de los hábitos de las personas. El hecho de llegar a cambiar esto tendría un impacto social grande, tanto en los hábitos de las personas del lugar como en la forma de sostenimiento de los mismos tenderos; llegar a implementar un modelo de mercados compartidos en los barrios de una manera rápida sería algo traumático y requiere de una transición adecuada y de un análisis de la sostenibilidad del proyecto. Pero creo que la necesidad de mejorar los ingresos, el ahorro y salir de la pobreza motivaría a todos, incluso a los tenderos a organizarse en torno a un objetivo común. Aquí todos ganarían.




En ultimas es un tema de confianza, se necesita una organización de confianza para administrar esto, o que la misma comunidad "genere Confianza". Generando confianza es una manera de generar capital social y así salir de la pobreza.
En una organiacion con confianza se trabaja eficientemente. Esto debe ser algo imperativo en la busqueda de la solución. Los comisariatos son un ejemplo, ver:
Reglamentacion de Comisariatos en Ecuador

Espero que esta historia se difunde.








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Tarjetas y descuentos adicionales para estudiantes y que sean ellos quienes compren en las casas donde viven

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